Sun SiMiao, el Buda de la medicina, por Marina García.
Hoy compartiremos la historia de Sun SiMiao un médico muy especial que cambió para siempre las artes clínicas de China.
Cuentan que nació allá por el siglo VI, a comienzos de la dinastía Sui, un reinado que reunificó el imperio con grandes reformas institucionales y promovió también el budismo.
Dicen que de pequeño
tuvo problemas de salud, por lo que desde temprana edad médicos y
medicinas fueron parte de su vida. Los altos costos de su atención y
los dolores que sufría lo llevaron a comprender que la atención
médica debía ser reformulada para que todos pudieran recibir
tratamiento.
Cuenta Paul
Unschuld (un
alemán que sabe boooocha
de estas cosas) que
su
biografía lo describe como un hombre de extraordinario talento, que
se dedicó a las enseñanzas del I-Ching, del Tao te King
y la filosofía del yin-yang. Sun SiMiao
se especializó en fitoterapia y nutrió sus conocimientos con
recursos de la cultura popular que adquirió en sus numerosos viajes.
Dicen que atendía pacientes en forma constante y
con una enorme
dedicación y compromiso, sin discriminar por estatus social, rango,
riqueza, edad o belleza. Aquí
sus palabras:
“cuando un gran médico trata a un paciente, debe
concentrarse, calmarse y estar libre de deseos y búsquedas. Necesita
tener un corazón compasivo y dispuesto a ayudar a los pacientes que
sufren la enfermedad”.
Todo
esto lo llevó a un enorme reconocimiento y
popularidad, por lo
que varios políticos
y regentes le ofrecieron puestos de nivel en
la corte, pero él
los rechazó,
para continuar con
su atención a los humildes.
No
obstante, al ver que no daba abasto en ayudar a todos, comprendió
que debía promover hábitos saludables para evitar los
desequilibrios que llevan a la enfermedad. Propuso, que
primero se debe
trabajar en base a
la alimentación
y hábitos de vida del
paciente, y sólo
cuándo esto no sea suficiente, recurrir al uso de la
medicación.
Sun SiMiao se atrevió a romper con la convención de que no se debían transmitir esos conocimientos y dedicó toda su vida al pueblo, compartiendo con gente humilde su sabiduría dicen que varias de sus prescripciones (que eran expresadas de modo sencillo) se grabaron en rocas para que todos pudieran acceder a sus consejos.
Dio mucha importancia a las patologías relacionadas con la pediatría y la ginecología, sus textos y refrexiones sobre este tema son una gran referencia para las generaciones posteriores que empezaron a dar mayor importancia a estas ramas de la medicina.
Parece que llegó a vivir 140 años y que en sus últimos tiempos se recluyó para escribir en la montaña Yaowang, donde hoy existe un templo/monumento que recuerda su legado. Allí varios paifang (especie de arco conmemorativo) alaban sus logros y virtudes, uno de ellos menciona: “Aislado en los bosques de las montañas, la benevolencia del doctor siempre benefició al pueblo”.
El apodo de “Buda de la medicina” es, sin duda, más que merecido.
Estos relatos pueden sonar un poco a cuentos chinos, pero entre nosotros les digo a mi... Me lo contó Marco Polo.
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Fuentes y mas info sobre Sun SiMiao: https://www.elementsixth.com/%E5%AD%99%E6%80%9D%E9%82%88-sun-si-miao-el-rey-de-la-medicina-china/
https://www.esmtc.es/blog.php?entrada=160-medicos-legendarios-mtc-sun-simiao-
https://www.cchatty.com/Sun-Simiao-g-100023
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